En la Casa del Pueblo, de calle 35 entre 22 y 24 y con entrada libre, este sábado a partir de las 20 horas tuvo lugar el tercer encuentro del ciclo “Septiembre: renacer de la naturaleza”, impulsado por la Asamblea Ambiental de Mercedes.

Al igual que en los dos primeros eventos organizados, hace dos semanas en “La Violetera” y la semana anterior en “El Limonero”, en esta oportunidad en la Casa del Pueblo la cita fue amena y productiva, interrelacionando actividades culturales con la información y difusión de la problemática ambiental local, y sumando esta vez una extendida discusión abierta entre los presentes al cierre del encuentro.

En la noche del sábado se mostraron una serie de fotos del mundo que tenemos y el que queremos”, apuntando a la difusión y el conocimiento de la realidad ambiental local. Hubo imágenes de sitios tristemente célebres por su contaminación como son el Canal de Calle 16, la zona de industrias de Acceso Manuel Sanmartín, el basural de La Florida o la estación del ferrocarril Belgrano “La Valerosa”, entre otros, por un lado, mientras que por otro lado se mostraron fotos del río Luján limpio, de la magia de la naturaleza con detalles de su flora y su fauna, y de la belleza natural del arroyo Balta, entre otras.

Ya en el primer piso de la Casa del Pueblo, en una concurrida noche introdujeron a los presentes en lo que vendría dos textos de Eduardo Galeano leídos por Cristian Falabella y Octavio Fiorelli, dos integrantes de la Asamblea.

Luego hubo lecturas de leyendas relacionadas con la naturaleza y los habitantes originarios por parte de los actores Fabián Morales y Gabriela Lorusso. A continuación, la narradora Silvia De Césare contó la “Leyenda del Ceibo”, “Sabemos qué sucedió después”, de Coilin Ohaiseadha y “El Convector Toynbee”, de Ray Bradbury. Luego, fue dada a conocer la “Chamarrita de la Asamblea”, por su autor, el músico local Mario Battista, quien la interpretó para todos. Y por último hubo una charla y puesta en común de los temas que han surgido de los encuentros realizados durante el mes y se produjo un interesante intercambio de opiniones, información y experiencias entre los presentes y los miembros de la Asamblea.

Chamarrita de la Asamblea

Dios creó el cielo y la tierra
y pensó que estaba bueno;
hizo la lluvia y el trueno,
hizo la luz y se dijo:
“Ahora me falta un hijo
y voy a sentirme pleno”.

Lo puso en el paraíso,
le dio comida y belleza,
le dio toda la riqueza,
y nada le era ajeno.

Como si eso fuera poco
le inventó una compañera,
para que el hombre tuviera
a quién decirle un piropo.

Pasaron millones de años,
el hombre se hizo inventor
se enamoró de sí mismo,
de su propia creación.

Dios no puede manejarlo,
creó un ser independiente.
Cuesta abajo en la pendiente
lo mira a ver dónde va.

Va destruyendo los bosques,
va sembrando fealdad.
Minería, basurales,
va secando el humedal.

El hombre, lobo del hombre
desterrando a sus hermanos,
primero le ata las manos
después lo llama haragán.

Si solo con agua y pan
se podría ser feliz,
sin esclavos con la flor
que da la naturaleza.

Pero perdió la cabeza,
mejor dicho el corazón,
y le nubla la razón
el poder y la riqueza.

Transgénicos, glifosato,
se cree mejor que Dios,
tomates que no se pudren
sin aroma y sin sabor.

El oro mejor que el agua
la compu más que la vida
es descartable y se tira
el mundo es un basural.

Pero no todo está mal
hay una conciencia alerta
que lucha y está despierta
es la Asamblea Ambiental.

Mario Battista