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Los vecinos del barrio Malvinas Argentinas una vez más denunciaron la existencia de vuelcos en el canal a cielo abierto de calle 16. En la salida, este martes por la mañana parte de la tristemente célebre “espuma” –que ha sido vista en estos días y reiteradas veces en el río Luján, donde este canal desagua– era la lúgubre estrella de un cóctel tóxico que, aseguran, hace unos 40 años que soportan.

La contaminación y sus efectos han generado enfermedades en los habitantes del barrio, que está pegado al canal de calle 16 que lo bordea, con su contenido de desechos líquidos industriales y cloacales, que en distintos días cambian de color, espesor y cantidad en lo que hace a su fluir. Pero siempre están presentes.

Poco antes de este mediodía pudo apreciarse nuevamente la espuma, similar a la denunciada en el cauce del río, que manaba por una de las bocas del canal que se hace a cielo abierto en la esquina de 53 y 16.

El olor irrespirable ya tiene acostumbrados a los vecinos, al igual que las bolsas de basura que se arrojan en el lugar y con las crecidas por las lluvias terminan en los arbustos.

José Asparren, uno de los vecinos que tomó un rol activo en las denuncias de los efectos de la actividad industrial en Mercedes, que incluso utilizó la banca participativa días atrás, se llegó hasta el lugar y también opinó sobre los hechos: “Está saliendo mucha espuma. De esto nos avisaron los vecinos a fines del mes pasado, ya que habían visto mucha espuma, de mas de un metro de alto, en todo el canal, y que volaba hacia arriba como si fueran copos de nieve en gran cantidad”, indicó.

En la agradable mañana pero con el feo panorama también se llegó al sitio la concejala Marianela Arenillas, para ver con sus propios ojos el problema: “La verdad que esto lo conocemos porque se había hecho publico. Estas cuestiones ambientales no deberían ocurrir en la ciudad. Hay que empezar a buscar las soluciones y hacer algo, por los vecinos, que son afectados incluso por las inundaciones y por el agua que rebalsa de este zanjón. Aquí hay enfermedades y con esta espuma vaya a saber uno lo que tiene esta agua”, opinó.

“Cotidiano”
Uno de los que vive a la vera del canal de calle 16, llamado Guillermo, narró que vive con su familia en el lugar y no piensa irse, más allá del peligro: “Estamos en 18 entre 53 y 55, al lado del zanjón. Esto es cotidiano verlo, dos veces por semana al menos. Agua marrón, azul, con mucha espuma y con mal olor”, expresó y remarcó que cuando llueve el zanjón se llena y se rebalsa. “Acá hay otro problema, aparte de los desechos de las fábricas: hay líquidos cloacales, excrementos. Vienen cloacas conectadas, que se mezclan con lo industrial”, amplió y aseguró que “hace 40 años que estoy acá y toda la vida esto estuvo así”.

“Acá no se puede respirar, daña los pulmones y hay mucha gente enferma. En la época del intendente Gioscio dijeron que lo iban a limpiar e iban a terminar los problemas, pero nunca pasó nada. Incluso hemos visto en algún momento gente de Gendarmería y Greenpeace, y solamente nosotros mantenemos limpio. Hacemos cortar el pasto y les decimos a los chicos que no se acerquen. Hay muchas criaturas y esto es peligroso”, agregó el vecino de Malvinas Argentinas y destacó que las enfermedades “son cosa común”.

 

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