Los vecinos de Mercedes retomarán su lucha contra la contaminación electromagnética. Luego de varias reuniones, se decidió presentar un recurso de amparo contra las ordenanzas sancionadas por el Concejo Deliberante recientemente. Se está organizando una charla de especialistas en el tema que tendrá lugar el 31 de octubre en la sede de AEFIP. Y los vecinos se proponen subir la apuesta, iniciando una campaña para retirar los mástiles del centro de la ciudad, una “zona caliente” en radiaciones según mediciones independientes.

La legislación que el Concejo Deliberante sancionó por unanimidad es interpretada como “una burla” por los vecinos movilizados. Alfredo Saporiti, vecino del barrio San Luis, opina que los legisladores “nos trataron como a kelpers, no como a ciudadanos”. El Concejo ignoró su propia invitación a los vecinos a participar de la redacción de la norma, y elevó dos proyectos casi en secreto, evitando dar a publicidad sus intenciones y desoyendo las recomendaciones tanto de los estudiosos locales como de paneles internacionales de científicos.
 
Las ordenanzas son cuestionadas en muchos aspectos. La primera, que establece un censo de antenas sin habilitación para emprender una normalización con vistas al pago de las tasas correspondientes, es inconstitucional porque reconoce a las empresas la consolidación de derechos adquiridos por los mástiles en uso que no cuentan aún con habilitación.

“En materia de salud no existe la consolidación de derechos”, explicó a los vecinos la doctora María Belén Aliciardi, abogada ambientalista cordobesa convocada por los vecinos para presentar el amparo. Aliciardi considera que éste es el punto más débil de la legislación sancionada. Para los vecinos, la movida apunta a perpetuar la presencia de todos los mástiles de la zona céntrica, a contramano de las recomendaciones tanto de la comisión “Vibromancia” como del vecino Saporiti, que presentó un proyecto pidiendo trasladar las antenas al Parque Municipal.

La segunda ordenanza prepara el terreno para la invasión de antenas sobre terrazas de edificios y patios de casas, estableciendo una mínima distancia de protección equivalente a la altura del mástil, y permitiendo excepciones a esta norma si los propietarios de terrenos linderos firman su conformidad. Esta disposición permitirá que las empresas compren la voluntad de los propietarios, y abrirá un verdadero frente de batalla entre los vecinos dispuestos a arriesgar su salud por dinero, y aquellos que no. Por otra parte, obligará a muchos ciudadanos a vivir dentro del radio de mayor riesgo (500 metros desde el mástil), sin posibilidad de opinar u oponer recursos legales.
La norma tampoco respetó la disposición de la Ley General del Ambiente que en su artículo 20 establece que “las autoridades deberán institucionalizar procedimientos de consultas o audiencias públicas como instancias obligatorias para la autorización de aquellas actividades que puedan generar efectos negativos y significativos sobre el ambiente”. En el proceso, no sólo no se consultó con los vecinos ni se convocó a audiencia pública, sino que se evitó deliberadamente transparentar la discusión del proyecto.

Charla de especialista en AEFIP
Autora del único libro publicado en Argentina sobre el tema, María Belén Aliciardi fue convocada para presentar el recurso de amparo ante la Justicia Federal contra las ordenanzas 7154 y 7163 de este año.

Nacida en Río Tercero, como jueza de Faltas municipal de Villa Ascasubi mantuvo un litigio judicial con tres empresas de telecomunicaciones a las que exigió que se muden del ejido urbano. También impulsó un fuerte control sobre los depósitos de agroquímicos que terminaron radicándose fuera de la ciudad.

En aquella época, “lo que se hizo fue una tarea preventiva, no cobrando multas sino pidiendo la relocalización”, manifestó Aliciardi, quien ahora vive y trabaja en Buenos Aires. Admitió como un tema pendiente a solucionar en Villa Ascasubi, como en muchas otras ciudades, el de los basurales a cielo abierto.

Entre otras distinciones, obtuvo un premio en las Cuartas Jornadas Latinoamericanas sobre Medio Ambiente de Salta, con una monografía sobre “El principio preventivo en derecho ambiental, de daños y del consumidor”. El trabajo abordó la necesidad de legislar para la prevención de los daños ambientales. “Hace honor al viejo refrán de que siempre es mejor prevenir que curar”, graficó.

Es autora del libro “Ambientalismo II: la electropolución”, elaborado junto con su grupo de estudio, que integran el ingeniero Defayts (presidente de CEPETEL, Sindicato de Trabajadores de Telefonía), el doctor Mario Caparelli, de la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente, el ingeniero Néstor Mata y el biólogo Raúl Montenegro.

Parte de este equipo vendrá a Mercedes el próximo 31 de octubre, a una charla abierta a toda la comunidad en la sede de AEFIP, calle 28 entre 31 y 33.