El domingo 3 de julio por la tarde se realizó el evento “La Cultura de Frente” que convocó a artistas locales y trabajadores de la cultura a una jornada cultural en apoyo a Juan Ustarroz. El salón del Círculo Italiano fue el escenario de esta convocatoria que sumó a músicos, artistas plásticos, escritores, fotógrafos, teatristas y público en general y que contó con la presencia del Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia.

Juan Ustarroz, quien se refirió a la cultura como uno de los ejes principales del proyecto que encabeza, presentó al funcionario como “uno de los mayores exponentes del gobierno nacional y popular, un intelectual y militante con una vasta trayectoria.”

Jorge Coscia habló del tema de la cultura como una de las herramientas esenciales en la construcción de un proyecto de país: “Cuando hablamos de cultura, estamos hablando de un tema esencial. Estamos hablando de un modo de vivir. No puede haber una cultura artística exitosa en un país que fracase”, dijo.
 
El secretario hizo alusión al uso que hicieron de la cultura los grupos hegemónicos que gobernaron la Argentina en el pasado: “A aquellos con quienes confrontamos, debatimos, debemos reconocerles que han logrado construir durante décadas una estructura cultural que ha logrado construir una hegemonía. Con sus periódicos, con sus canales de televisión, con sus libros, con la desnacionalización de editoriales, armando sus suplementos culturales en función de toda esa construcción”, dijo.
 
“Hay una cultura buena y hay una cultura mala. Ha habido una cultura que ha penetrado tan hondo en la cabeza de millones de argentinos que allí ha estado la clave de nuestras peores derrotas”, agregó y se explayó en los orígenes de esa cultura mala: “Esa hegemonía comenzó a construirse cuando Sarmiento divide el proyecto posible de los argentinos entre dos vertientes: la de civilización o barbarie. Desde aquel mito fundacional de la dependencia”.

Además se refirió al rol fundamental del Estado: “La cultura está ligada al Estado, a la capacidad que el Estado tiene de transformar eso en algo trascendente que veamos nosotros mismos. Capacidad cultural tenemos pero cuánto tiempo sobrevive si al prender nuestras radios sólo escuchamos el 80 por ciento de producciones generadas en otros horizontes. Entonces, nos desconocemos, no nos vemos. Por eso la cultura es una cuestión esencial. Y por eso es el Estado”, indicó.

También habló del momento actual: “Hoy estamos empezando a dar vuelta la historia.
Lo nuestro es una posibilidad. El 25 de mayo del 2003 es un cambio cultural. Porque la esencia de los cambios culturales tiene que ver con plantear un modelo alternativo de vida. Nosotros somos herederos de una tradición política que no se entrega al modelo del capitalismo ni al modelo stalinista. Somos herederos de un modelo que dijo que puede haber otro camino. El modelo nacido en el 45 es un modelo esencialmente cultural que plantea que las sociedades deben ser manejas por los proyectos ligados al pueblo y no por los proyectos ligados al capital. El capital tiene una finalidad: el superávit a fin de año”. Y del esfuerzo que implica este cambio cultural: “Las cadenas más difíciles de desarmar son las que están en las cabezas de los argentinos y creo que nuestro desafío es trabajar fuertemente desde la cultura para desmantelar esos pensamientos”.

Por último destacó el rol que tiene el actual gobierno: “Nosotros hemos venido simplemente a realizar ese profundo acto de justicia que es incluir en lo cultural, en lo económico, en lo social y en lo político a los que durante décadas han estado excluidos en la Argentina. Esto es la verdadera revolución cultural de la cual formamos parte. Un país en donde estemos todos”, concluyó.