El martes 19 de abril, en la Unidad 5 de Mercedes se encontraron autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense y Operadores y profesores de cursos que se realizarán durante el presente año, desde CARITAS arquidiócesis Mercedes – Luján.

Estuvieron presentes el Subdirector General de Educación del Servicio Penitenciario Bonaerense, Inspector Mayor Walter Velaz, que coordina de la educación y las actividades culturales de las 53 Unidades de la Provincia, junto a una de sus colaboradoras que es la Coordinadora del Programa de Perspectivas de Género para Personas Privadas de Libertad alojadas en Unidades Penitenciarias Bonaerenses, Prefecto Profesional Verónica Bozzo; el Subdirector de Seguridad de la Unidad 5 Prefecto Julio Weimann; y el Capellán Norberto Chirigliano. Se reunieron con la Directora de Caritas Arquidiocesana de Mercedes – Luján, Psicóloga Social Patricia Rosa, y el Padre Daniel Guerra de la misma, las Operadoras Licenciadas en Psicóloga Graciela Gonzalez, Evangelina Vicoli, y Nora Ortubia, y la instructora en cuero Vanina Acosta Vicoli.

El encuentro en el aula entre los internos que participan de los cursos y las autoridades antes mencionadas fue para dejar inaugurado este ciclo y agradecer las distintas partes el trabajo mancomunado que se hace, desde el Servicio el reconocimiento a la gran tarea solidaria y desinteresada que realiza este grupo, y desde Caritas el apoyo para poder hacerlo y la oportunidad de llevar adelante este proyecto.

Los cursos que se dictarán son Arte y Oficio del Cuero, Computación, Coro, y Orientación Social y Laboral –como reinserción laboral–, a cargo de las instructoras y psicólogas antes mencionadas.

Patricia Roso expresó que esta propuesta artística, manual y de saberes que llevan adelante son “habilidades para uno mismo y para los demás en el afuera”: “El trabajo nuestro será acompañar a los talleristas y los internos en este camino de la reinserción social. Además quiero destacar la muy buena predisposición del Servicio Penitenciario que para nosotros fue muy sorprendente”, dijo.

Por su parte, el Padre Daniel Guerra, quien acompaña al Arzobispo Radrizzani en su labor en Caritas, habló de “extender el amor de Jesús en lo que cada uno hace”: “Cuando salió el Proyecto adherí enseguida a este equipo de trabajo, ya que es el Espíritu de la Iglesia y de Jesús. Es empezar a buscar el bien”, dijo.

Las profesoras que ya han iniciado el curso de artes y oficios del cuero, contaron su experiencia en estas primeras clases, sorprendidas de lo mucho que se puede hacer, del entusiasmo de los alumnos, del conocimiento que tienen algunos de ellos, y de la cordialidad con que son tratadas. Este ida y vuelta será un enseñar y aprender constante entre todos: “Nos vamos a llevar mucho de ustedes con este proyecto”, expresó a los internos Vanina Acosta, y contó su experiencia personal con el oficio que le enseñaron y ahora lo devuelve enseñando a otros: “Lo mismo que una vez hicieron conmigo”, dijo Vanina.

Verónica Bozzo, Coordinadora del Programa de Perspectivas de Género para Personas Privadas de Libertad del SPB, decía que parte de su trabajo es “convocar a las comunidades al trabajo conjunto”, y resaltó que en esta oportunidad fue muy rápida y completa la propuesta y su efectivización, por la gran participación de Caritas. “Hay que aumentar las posibilidades de las mujeres privadas de libertad, ya que siempre las oportunidades para la mujer se hacen más difíciles, y si encima está o estuvo detenida la reinserción laboral y económica se dificulta más, por eso es importante el trabajo con la comunidad, para que luego cuando recuperen su libertad pueda reinsertarse económicamente también”, indicó.

Por último, habló el Subdirector General de Educación Walter Velaz. Agradeció infinitamente a las operadoras y profesoras por esta tarea que realizan de manera voluntaria, y resaltó a los internos presentes el “doble compromiso que tienen ya que estas personas dejan sus familias, sus trabajos para venir gratuitamente a darles estos cursos, y aprovechar estas oportunidades para evitar un fracaso una vez afuera”. Remarcó también el sufrimiento en general de la mujer detenida, que es menos visitada y acompañada que los hombres, entre otras cosas.

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