Según algunos la incidencia primordial está en la crisis y la indefinición, mientras que otros apuntan sumar a este panorama otros factores como la falta de coordinación, previsibilidad y planificación. Lo cierto es que tras una Semana Santa floja en materia turística, y no a nivel de años anteriores en cuanto a visitas y reserva, el promocionado evento de la Fiesta de la Torta Frita, a la que se intenta jerarquizar, de momento tampoco ha cubierto las expectativas de los prestadores locales. Ahora se espera qué pueda suceder con el feriado largo del venidero 1º de mayo, día internacional del Trabajo.

Tras este fin de semana en el que se propagandizó la ciudad para acoger a los visitantes en el marco del miniturismo puede hacerse un balance sobre la actividad, que ha tenido según resaltan una leve baja con respecto a lo que se esperaba. En principio en Semana Santa la caída en el miniturismo en Mercedes acompaña a la registrada en todo el país. En este sentido tradicionales prestadores hoteleros locales coincidieron en señalar que tenían “varias habitaciones vacías” y disponibles cuando otros años no había mas alojamiento para ese feriado largo de la grey católica.

Con la Fiesta de la Torta Frita y por más que se intentó jerarquizarla aún más con su mudanza a un nuevo escenario de realización como es el predio de ex Instituto Martín Rodríguez, este fin de semana se confirmó un fenómeno que venía marcado sobre la actividad turística desde la Semana Santa. En tanto, y mientras se aguarda con expectativas el próximo fin de semana largo del 1º de mayo, que cae viernes, tanto en la ciudad con su oferta de bares y paseos, así como en el polo gastronómico de Tomás Jofré se avizora un panorama más complicado para la “industria sin chimeneas” del miniturismo y sus servicios.

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