La artista plástica Verónica Durand comentó algunos aspectos de su experiencia de haber montado la muestra “Princesas” en el salón “Héctor Cueto” del Complejo Ameghino Marín, que fue inaugurada hace unos días pero hay gente que se sigue acercando permanentemente: “Encuentro notas de gente nueva, que no conozco y que firma el libro de visitas”, comentó, además, sorprendida por la lectura que la gente hace de los trabajos que realizó: “Algunos descubren cosas que ni se me cruzaron por la cabeza, pero cuando me la explican allí están: lo bueno es que las imágenes llegaron”, marcó la joven artista plástica.

En este sentido, comentó que se acercaron muchos no habitués de las muestras ni del consumo de arte. “Me sorprendió lo que produjo esta muestra”, dijo Verónica y explicó que la idea de la exposición pasa por la propia historia, la infancia, lo que se esperaba sobre uno y lo que tiene hoy en día: “Para mí es un sueño cumplido poder pintar. Yo soñaba poder pintar y hacer exposiciones y no esperaba poder lograrlo, pero con mucho esfuerzo se dio”, destacó.

Tal cual puede leerse en el blog del Complejo Ameghino Marín, el título "Princesas" está utilizado como metáfora del principio, como la imagen de la infancia, de la tela en blanco de la vida, de la multiplicidad de posibilidades, de momentos de sueños y esperanzas. Y usando como eje principal el destino, nos lleva constantemente a uno y otro extremo: los sueños y las realidades; las esperanzas y las desesperanzas, pero sobre todo los juegos y las luchas.

La muestra se desarrolla en forma circular: partiendo de un autorretrato, indaga en la historia propia de la artista, en la infancia, en las pequeñas “mujercitas”, y busca a partir de aquí la historia y la infancia en personajes clásicos que habitan canciones como Alfonsina Storni, Penélope (canción de Serrat), María (María va), la Maga (de "Rayuela" de Cortázar) y otros. Mujeres que esperaron algo más de la vida. La muestra plantea como en un juego especular la posibilidad del retorno, de cambiar algo, de resignificar el sentido de la vida.

La muestra permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre, aunque Verónica Durand ya está trabajando en otros proyectos. En esta muestra hay 17 cuadros y dos instalaciones, que fueron programadas por el tema del espacio y luego surgieron, e incluyen imágenes de su familia que se complementan en un video. “Es una familia común y corriente la mía, y un video de mi abuela bailando en la fiesta del 31 de diciembre me pareció que encajaba perfecto”, concluyó sobre el material audiovisual presentado.