Este miércoles finalmente se llegó hasta el punto 57 de la interpelación. Se discutió desde un principio por distintas cuestiones técnicas pero en definitiva se avanzó tal cual se preveía. Selva pudo contestar sobre todos los temas, aunque en algunos hayan quedado algunas dudas que ahora serán parte de un dictamen que se emitirá desde el Concejo. El intendente además ya tiene aprobada su licencia, por lo que asumirá en su lugar interinamente el escribano Mariano Castelucci.

Acompañado de sus funcionarios, el intendente tuvo una última jornada de interpelación en la que mostró reiteradas veces tener las molestias físicas que estarían motivando su licencia ("Más que nada necesito descansar", dice a sus íntimos) y en el transcurso de las preguntas y respuestas fue explicando varias cuestiones.

Un punto que llamó la atención sobre el final del cuestionario fue el referido a la siempre prometida construcción del edificio para el Polimodal de Gowland, que se ha vuelto más que necesario a tres años de la puesta en marcha de las clases en lugares adaptados para tal fin. El anuncio que hizo y que de momento lo liberó de las presiones, fue que en la jornada anterior se había puesto nuevamente en marcha el expediente con el paso a la etapa de Adjudicación de las obras, tras el intento fallido anterior por falta de garantías y avales necesarios de la empresa que había sido adjudicada. Los ediles en este punto educación inclusive tuvieron discrepancias, cuando el arquitecto Diego Aguilar Mazzuca (Frente Para la Victoria Proyecto Nacional) siguió insistiendo ante el intendente -sin mirarlo, ya que antes Selva le había pedido que se dirija a presidencia y no incite al público- sobre el por qué de los gastos en el alquiler y la refacción de la casa, y la concejal Claudia Lucero (docente, del ARI) le explicó que esos gastos eran en educación, una materia prioritaria en el desarrollo de la sociedad. La gente presente en la sala (unas 50 personas, que minutos antes había gritado en su contra), aplaudió a la edil del ARI.

Otros puntos polémicos y en los que habrá que seguir evaluando situaciones fueron el confieso vuelco reciente de camiones atmosféricos de la ciudad de Luján ("En una situación de emergencia de la vecina ciudad", dijo Selva), cuando esta actividad está prohibida por ordenanza. Aquí en este punto al igual que en otros de índole ambiental el intendente fue acompañado por los funcionarios del área, Juan Carlos Suárez y Moira Morrow.

También fue intensa la discusión pon el colector de la calle 55 y su implicancia o no en resolver el arroje de desechos cloacales al río Luján, algo que hoy en día es uno de los puntos negros que exige urgente solución. Aquí fue el concejal Juan Manuel Torres (quien viene trabajando en el tema desde la defensa de los vecinos hace años, con un amparo en defensa del río para que la comuna deje de contaminar) el que expuso documentación sobre el tema ambiental y cuestionó reiteradas veces lo dicho por Selva. Este pedido de informes no resuelto en su momento y que puso en el banquillo al intendente, había provenido al igual que otros, de dichos del propio Selva en la prensa local.

Llamó la atención la participación de una importante cantidad de funcionarios en las explicaciones. Por ejemplo, estuvieron desarrollando distintos puntos, el contador municipal Roldán; su par Néstor Palacios; el director de Planeamiento y Desarrollo, Marcelo Denápole; Gustavo Salomone, de Obras Municipales; Ricardo Colombo, vicepresidente del Consejo Escolar, además de los citados Morrow y Suárez, quienes se iban rotando del lado de Selva con el paso de los expedientes.

En el trascurso de esta semana y lo que resta el intendente Selva debe entregar toda la documentación que ha quedado faltante, y según contó el presidente del Concejo el 20 de enero sería una fecha límite para que se dé a conocer el primer dictamen.

Juan Manuel Torres fue uno de los que más le discutió a Selva por temas ambientales.